Hemos visionado Silverio un film de Basilio Martin uno de los cineastas mas importantes y diferentes en España. Este construye la realidad a través de la ficción. Pero esa ficción es sutil y nos hace difícil distinguir entre ambos aspectos.
El film trata sobre el flamenco, una Andalucía mística y fascinante que se ve abordada por los japoneses que con sus “inventos” quieren representar el flamenco en voces artificiales.
Etichi realiza en Japón un gran museo del flamenco utilizando toda la tecnología posible. Aquí viene el dilema ¿Por que utilizar tanta tecnología si el flamenco es puro sentimiento y eso una maquina no lo puede expresar? El flamenco se vive en la sangre gitana del sur que con sentimiento y mucho dolor expresan sus emociones y la historia de su pueblo.
Los japoneses buscaban que una máquina cantase flamenco y para los expertos en el tema y los propios cantaores es imposible.
Después de visionar el video, Carlos Rodriguez, dramaturgo y escritor, nos explica su vision del documental y como podemos relacionar a Etichi con alguien que aunque se crea que esta haciendo el bien, esta cavando su museo en su propia tumba. “Con la tecnología ya no seremos vivientes sino videntes. No podemos llegar a la humanización de las maquinas ni a la maquinización de los humanos. El mas preciado tesoro de la humanidad es la inteligencia y se esta perdiendo”. Estas eran las palabras con las que Carlos Rodriguez nos explicaba el arte de la simulación de la tecnología perdiendo nuestras raíces
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