viernes, 8 de marzo de 2013

Alberto Olmos

Alberto Olmos (Segovia, 1975) es periodista y publicó en 1998 su ópera prima A bordo del naufragio (Finalista del Premio Herralde). Dos años más tarde apareció su segundo libro, Así de loco te puedes volver. Después de residir durante tres años en Japón, publicó Trenes hacia Tokio (Premio Arte Joven de Novela de la Comunidad de Madrid 2006). Sus dos últimas novelas publicadas son El talento de los demás (2007) y Tatami (2008).

Tuvimos el honor de poder estar con Alberto Olmos y poder comprender un poquito más su vida como escritor.
Alberto nos explicaba como el mundo de la comunicación esta cambiando y como antes publicar un libro era totalmente un camino lleno de espinas y clavos. Los críticos con un poder absoluto sobre la población te destripaban y podías triunfar o caer en el olvido, simplemente con un puñado de palabras de un critico literario. Hoy en día las opiniones las crea uno mismo y no dependemos de un critico para comprar o no un libro.
Miles de voces, opinan, admiran o critican un libro.
Alberto nos explicaba como los blogs cambiaron su vida. A los 23 años publicó su primer libro y años mas tarde dejo de escribir aturdido por el duro mundo del escritor.Viajó a Japón en  2003 dando unas clases de español. El allí veía difícil seguir los libros que estaban publicando en España y las criticas de estos, por lo tanto entro en las redes de internet y encontró blogs de crítica literaria. Quedo fascinado por ese debate que se llevaba a cabo en los blogs, cualquier persona podría escribir y opinar. El abrió su blog en 2005 ( el lector malherido). Su blog hablaba de su vida en Tokio y como el define no tendrá piedad sobre algunas personas diciendo siempre su opinión. Así es como empezó sin darse cuenta  su libro pose, un libro en donde claramente podemos ver sus opiniones . Como el mismo decía: "El escribe al mundo quedándose a gusto" 
Se meterá de nuevo en el mundo del escritor.

Nos leyó un fragmento de su nuevo libro y me pareció muy valiente y con mucha metáfora e ironia. Sin duda me dejo con ganas de leer su libro inmediatamente. Menos mal que tenían unos varios ejemplares en la biblioteca y pude leermelo esa misma noche. 

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